miércoles, 7 de noviembre de 2018


Afrovenezolanidad





En la gráfica que antecede, mostramos una composición telúrica de nuestras raíces profundas africanas, representada por José Leonardo Chirinos, uno de los iconos representativos de los movimientos preindependentistas de Venezuela.
A fines del siglo XVIII, la monarquía española sufría una de las peores crisis en todos sus tiempos. El resquebrajamiento en la estructura social del continente americano estaba latente en todas sus formas y la ruptura con el nexo colonial era inevitable.

Continuos levantamientos, políticos y sociales, se desarrollarían entonces en diversas regiones de la antigua Provincia de Venezuela como expresión de rechazo al sistema de opresión y como necesidad de cambio para la liberación.

Los africanos y sus descendientes, serían uno de los grupos sociales más afectados durante los trescientos años de dominación colonial. La desigualdad, los agravios y la violencia promovida por la ferocidad del sistema esclavista, impulsó un proceso de descontento que trajo como resultado fugas, motines y numerosas sublevaciones. Movimientos que aspiraban la búsqueda de libertad y el reconocimiento social como hombres y mujeres que dieron su vida por la productividad y prosperidad del territorio venezolano.

Es así como el 10 de mayo de 1795, en una Hacienda de nombre Macanillas, en la Sierra de Coro, estalló un movimiento que buscaba soluciones palpables para la igualdad social y la abolición definitiva de la esclavitud.

Una insurrección que, por su contenido socio-político, se convirtió en una de las expresiones populares más significativas para la implementación de una República a fines del siglo XVIII.

El zambo José Leonardo Chirino, hijo de esclavo, pero libre por ser su madre de origen indígena, sería el líder que encabezaría esta sublevación, la cual tenía como basamento los ideales promovidos por los primeros movimientos insurreccionales ocurridos en la isla de Santo Domingo (Haití) y por la Revolución francesa.

En el año 2005, como homenaje a la insurrección de mayo y de todas aquellas luchas de los afrovenezolanos para erradicar definitivamente ese proceso de explotación y de exclusión social a lo largo de nuestra historia, el Estado venezolano decretó el 10 de mayo de cada año como el día Nacional de la Afrovenezolanidad. Propuesta que busca reivindicar la resistencia y dignidad de las y los africanos y sus descendientes en su lucha constante por la búsqueda de la libertad y la igualdad.

Fuente: Memorias de Venezuela Nº 9, junio 2009, Revista de divulgación histórica / Centro Nacional de Historia.

Cumbe: "Pueblo de Cimarrones"


En Venezuela se conoce como “cumbes” a aquellos pueblos o villorrios de chozas de negros cimarrones, esclavos escapados de las haciendas en la época colonial, los cuales se internaban en regiones inaccesibles para las autoridades o caza fugitivos enviados por los hacendados, en especial en la región cacaotera de Barlovento, al este de Caracas, Venezuela; fueron cumbes famosos El mango de Ocoyta y Birongo, “cumbe” deriva de una voz de origen africano “cumbe” o “cumbé” que era un baile. En otras partes de América se les conoce como “palenques”, “rochelas” o “quilombos”.

CUMBE(s), palenque, quilombo, escondite. Cumbo, caserío en Barlovento, (Edo. Miranda). Existía un lugar indeterminado, que todos los fugitivos buscaban, lugar que conservó su nombre hasta tiempos relativamente recientes. Este sitio apartado e inexpugnable en la montaña se llama “los Cumbes” o “los Cumbos”, que parece venir según la opinión de J.P. Sojo, del dialecto mandinga cumbo o kungo, que significa “lugar apartado”, “heredad”.

Fuente: Sojo, Juan Pablo. “Algunas supervivencias negro-culturales en Venezuela”. Biblioteca de Autores y Temas Mirandinos, 1986, (Colección Guaicaipuro, Nº 4).

"Zancudito Cumbé"


Muchas fueron las formas e instrumentos utilizados inhumanamente para escarmentar a los esclavos africanos: La máscara, el tronco, el bloque, el grillo, el gargalheira, el mundo gira, el cuarto oscuro, entre otros, pero el más frecuente era el que propinaban los azotes, es aquí donde Zancudito hace referencia de forma irónica a este castigo: “Zancudito es el látigo que inflige extremado dolor”.

En esta oportunidad, desde “Mariara Tierra de Garzas” rendimos homenaje a nuestras raíces afrodescendientes en el Municipio Diego Ibarra, a través de “Zancudito Cumbé”, tema musical compuesto por Juan Carlos Padrón, inspirado en una manifestación Afroperuana muy antigua llamada Panalivio o Penalivio, identificada como danza de trabajo y cantos de protesta, con los cuales nuestros afrodescendientes denunciaban las humillaciones y ultrajes a los que eran sometidos.

En sus coplas, estos cantos expresaban de forma irónica los maltratos, torturas y vejámenes, pero también significaron cantos de optimismo y libertad, como es nuestro caso.

Esta es una versión muy distinta en ritmo a los dos originales conocidos en esta expresión cultural, solo hacemos referencia en el coro a la cantada tradicional, seguidamente en una propuesta a versos libres para la improvisación, figuramos desde el imaginario histórico, labores en la Hacienda Mariara y la existencia posible de un Cumbe en tierras de Aguas Calientes.


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